martes, 31 de octubre de 2017

LA QUE SE AVECINA Eneatipo 2



Yolanda Morcillo, eneatipo 2 subtipo conservación.

Una princesa. Está acostumbrada a que se le concedan todos los caprichos, "porque yo lo valgo", y si no es así entra en un estado de rabia e indignación. Es un Dos que sí muestra sus necesidades, pero no como una petición sino como una información, para que sepas lo que le hace feliz y se lo concedas. Ella es lo más importante que tienes, así que eres muy afortunado por poderla complacer y a cambio te concederá todo su apasionante y posesivo amor, si eres capaz de soportarlo, claro.

Muestra un comportamiento inmaduro y caprichoso, con continuos cambios de humor, le gusta llamar la atención para sentirse importante, ella es la más glamourosa de todas, por eso monta una pasarela de moda en su piso. Puede pasar de la euforia a la tristeza en pocos segundos, y luego reponerse como si no hubiera pasado nada. Nada muy diferente de una niña pequeña que chilla cuando no le hacen caso, llora cuando se le riñe y en cuanto repone su orgullo herido vuelve a hacer monerías para que todos la adoren.

 Lo más importante es ser amada, sin condiciones, solo porque ella lo merece, sin tener que hacer nada. No se la puede querer a medias, ni tener otros intereses, quiere saber que ella es lo más importante para ti, que solo deseas estar con ella y a todas horas. Y si traicionas ese amor eres un monstruo, un desagradecido, pues  te ha concedido la gracia al escogerte como pareja y ahora solo te debes a ella. La tienes que satisfacer en todo, mimarla, acariciarla, adularla, pero eso si, cuando ella lo diga, también le gusta rechazar de vez en cuando para sentirse opulenta de amor, rebosada, como si tuviera tanto amor que le sobrase y necesitase quitárselo de encima. Pero no te quejes, que te quiere, y eso es suficiente para aguantarle todo...

El orgullo teñido por el instinto de conservación la puede convertir en una fiera peligrosa cuando se siente amenazada, se puede confundir perfectamente con un eneatipo Ocho. Cuando quiere algo más te vale dárselo, no va a ceder, y además, en cuanto se lo des te va a dedicar una cara angelical y una mirada amorosas, como si en el fondo no te dieras cuenta de que complacerla es lo mejor que te pueda pasar. Toda una representación teatral, un personaje que pretende ser amoroso y encantador, pero en su interior hay un animal que solo ama su propia supervivencia, que percibe un mundo en el que si nadie te quiere no eres nada. 











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