lunes, 21 de noviembre de 2011

Que abismal contraste se encuentra entre la magnitud de una vida humana y su universo de experiencias y sensaciones, y la insoportable insignificancia y fragilidad de su existencia. Somos en nosotros mismos una eternidad y en la eternidad somos apenas un punto. Es que realmente existió algo antes que yo? y sí es así dónde estaba yo entonces? Cuando yo no esté seguirá todo aquí? O nada es real, es un quizás un mundo creado por cada uno de nosotros para vivir en él. De lo que estoy casi seguro es de que nada es como nosotros creemos, de que inventamos nuestra propia realidad y nos convencemos de ella. Sí, eso creo, nada tiene sentido, no hay un porqué ni un para qué, nada nos lleva a ningún sitio, nada existe fuera de nuestra mente sólo puedo sentir una evidencia, que ahora mismo soy algo, lo soy ahora y aquí, y que eso no puede cambiar nunca, siempre soy un aquí y ahora. Está es mi realidad y cada vez que intento ser otra cosa me siento perdido. Ahora estoy aquí, conmigo, y todo empieza a estar claro, todo cobra sentido.

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